Durante el mes de julio, Juan Merino Luque, natural de Porcuna y residente en Córdoba, ha estado realizando una ruta en bicicleta por todas las provincias andaluzas (desde el 6 de julio hasta el 3 de agosto), bajo el lema «POR LA ATAXIA, NO ME RINDO», con el objetivo de dar visibilidad a la Ataxia, colaborando así con la Asociación Cordobesa de Ataxias (ACODA) y con el colectivo de personas afectadas de Ataxias y sus familias.
El atleta Juan Merino ha realizado este reto con el objetivo de dar visibilidad a la Asociación Pídeme la Luna de Jaén y a la Asociación Cordobesa de Ataxia.
El tramo comenzó el pasado 6 de julio con dirección a Sevilla y finalizó el 3 de agosto llegando a Córdoba.
Una sociedad donde la solidaridad hace mucha falta. Cuando la Covid-19 llegó, los ciudadanos vieron cómo sus vidas pueden cambiar de la noche al día, incluso sin la posibilidad de hacer nada al respecto. Por ello y conforme el tiempo ha ido pasando, las actividades en favor de las personas que más lo necesitan siguen sucediendo y el deporte no quiere ser menos en esta labor de dar visibilidad a colectivos que están sufriendo con y sin pandemia. De hecho, el administrativo y atleta, Juan Merino, decidió hace unas semanas seguir con sus particulares retos personales, aunque esta vez en colaboración con la Asociación Cordobesa de Ataxia y la Asociación Pídeme la Luna de Jaén. Y es que el deportista jienense eligió la ciudad de Córdoba para iniciar su vuelta a Andalucía para que estas instituciones tengan la ayuda que tanto necesitan en la actualidad. El propio Merino atendió a CORDÓPOLIS justo antes de volver a la capital califa y estar casi un mes fuera de Porcuna, su pueblo natal. «Es un reto duro, pero merece la pena», añade a este periódico.
Su trayectoria a lo largo de su vida deportiva ha sido impecable. Juan Merino siempre se ha propuesto retos ambiciosos con su pueblo como principal protagonista. Gracias a esto, el actual administrativo ha recorrido un total de siete desafíos donde Porcuna ha sido el lugar de salida, mientras que la Alhambra, situada en Granada, Almería, Ciudad Real, Júzcar o Tarifa eran los destinos finales. Por otro lado, Merino también ha visitado el norte de España y ha completado el camino desde Portugal hasta llegar a Santiago de Compostela con una acompañante que, además de ser su fiel escudera en la vida diaria, también lo es a la hora de practicar este deporte. El atleta viaja con su pareja, Sonia González, a varios retos exigentes y completan dichas pruebas conjuntamente. Un inicio de este sendero que existió gracias a su hermano, el cual hacía este tipo de pruebas y enganchó al jienense. «Probé una vez y ya, desde entonces, cada vez estoy más enamorado de este tipo de viajes».