La movilidad, un derecho fundamental para cualquier ciudadano/o, se convierte en una ardua batalla diaria para muchas personas con discapacidad y problemas neurodegenerativos, como las afectadas de Ataxia en Córdoba. La dificultad para acceder al transporte público, ya sean taxis o autobuses, no es un hecho aislado, sino una realidad que limita su autonomía y participación en la vida de la ciudad.
Victoria Belmonte, usuaria de la Asociación Cordobesa de Ataxias (Acoda) y afectada por esta enfermedad rara que impacta en su movilidad y habla, alza la voz ante una situación que califica de «falta de sensibilización» generalizada. Su testimonio revela las frustrantes vicisitudes que ella y otras personas, enfrentan al intentar realizar gestos tan cotidianos como tomar un taxi adaptado o utilizar un autobús de Aucorsa, exponiendo las barreras que persisten en el transporte público de la capital cordobesa.
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